¿Alguna vez has sentido que tus pensamientos están fuera de control? ¿Te gustaría aprender a manejarlos y mejorar tu bienestar?
¡Estás en el lugar correcto! En este blog, te brindaremos herramientas efectivas para recuperar el control sobre tus pensamientos a través de la práctica de la atención plena.
La atención plena, también conocida como mindfulness, es una técnica poderosa que te permite estar presente en el momento actual, sin juicios ni distracciones. Al aprender a cultivar la atención plena, puedes ganar claridad mental, reducir el estrés y la ansiedad, y experimentar una sensación profunda de calma y satisfacción.
¿Qué es la atención plena?
La atención plena es el acto de estar plenamente presente y consciente en el momento. Al ser imparcial, busca concentrarse en el mundo interno y el cuerpo, no en factores externos. El énfasis está en reconocer y reconocer las emociones y sensaciones a medida que surgen, en lugar de condenarlas. Básicamente, tu atención se centra en el presente, no en el pasado y en lo que nos deparará.
Para aquellos que recién comienzan, la atención plena puede parecer una práctica insignificante. Sin embargo, considérelo de esta manera: ¿Cuándo fue la última vez que estuvo completamente solo con sus pensamientos actuales y nada más? Trate de recordar cuándo se sentó en paz y:
- No estaba pensando en el futuro, como las responsabilidades que le esperan, las tareas pendientes o las preocupaciones por el día siguiente.
- No estaba rememorando el pasado, como las decisiones pasadas, los errores o los eventos recientes.
- A pesar de no estar inmerso en el futuro o el pasado, siempre había distracciones presentes, como llamadas telefónicas, la televisión encendida, demandas de su mascota o interacciones con su familia.
El objetivo de la atención plena es reemplazar los pensamientos habituales que suelen involucrar preocupaciones sobre el futuro, el pasado o aspectos distintos del presente, con una conciencia de las emociones y los sentidos tal como se manifiestan. Aunque suene sencillo, requiere práctica para llevarlo a cabo con naturalidad. Si nunca ha practicado la atención plena, podría preguntarse por qué es tan importante.
Beneficios de practicar la atención plena
La atención plena tiene varios beneficios, entre ellos, la capacidad de desactivar el “piloto automático” y conectarse de manera significativa con el presente. Además, existe una cantidad considerable de evidencia que respalda la eficacia de practicar la atención plena en la vida diaria.
Las investigaciones indican que esta práctica ayuda a las personas a controlar diversos comportamientos, tales como:
- Gestionar el estrés
- Mejorar la capacidad para manejar enfermedades graves
- Reducir la intensidad de la ansiedad y la depresiónAdemás, las personas que son conscientes de sí mismas reportan un mayor nivel de relajación y un mayor entusiasmo por la vida. Afirman que la práctica de mindfulness ha mejorado significativamente su autoestima.
¿Cómo implementar esto en la práctica?
- Elija un momento adecuado, idealmente de dos minutos o más, en el que pueda centrarse en usted mismo.
- Observa cómo se siente tu cuerpo en ese momento. Registra cualquier sensación que percibas y permite que fluya sin apegarte a ella.
- ¿Surgen otros pensamientos en tu mente? Identifica estos pensamientos y permíteles pasar sin juzgarlos.
- Conecta con tu respiración. ¿Estás respirando de forma relajada o rápida? Durante esta práctica, puedes centrarte principalmente en tu respiración.
Cuando llegue a su “momento de atención plena”, preste atención a lo siguiente:
¡Practica ahora!
Ejercicio DROP
Ejercicio sencillo para practicar la Atención Plena en la vida cotidiana:
1. DETENTE: haz una pausa en lo que estás haciendo o pensando. Esto se hace para darte cuenta si estás o no actuando en automático.
2. RESPIRA: la respiración profunda te enfoca en ti mismo y en el momento presente.
3. OBSERVA TU CUERPO:las sensaciones físicas de las que eres consciente, tacto, vista, sonidos, olores y sabores, tus emociones (¿qué sientes en este momento?), tus pensamientos (¿qué interpretaciones estás haciendo de tus sentimientos y emociones?).
4. PROCEDE: continúa con lo que interrumpiste, haciendo un esfuerzo consciente por incorporar lo recién aprovechado