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La relación estratégica de Estados Unidos con Israel y su histórica rivalidad con Irán configuran uno de los equilibrios geopolíticos más complejos del siglo XXI. Este artículo analiza el papel de Washington como aliado incondicional de Israel y como opositor de Irán, examinando sus intentos de evitar una escalada militar regional mientras refuerza su presencia en el Golfo Pérsico. A partir de un enfoque de política internacional y seguridad, se exploran las motivaciones geoestratégicas, económicas y diplomáticas de la política estadounidense en la región.

La política exterior de Estados Unidos en Oriente Medio ha estado marcada por dos constantes estratégicas: su defensa incondicional del Estado de Israel y su política de contención frente a Irán. Esta doble estrategia ha llevado a Washington a navegar una delicada línea entre la prevención de una guerra regional y la protección de sus aliados e intereses económicos en la zona (Walt, 2023).

Estados Unidos e Israel: Una alianza histórica: Desde la creación del Estado de Israel en 1948, Estados Unidos ha sido su principal aliado político, militar y económico. Según cifras del Congressional Research Service (2023), Israel ha recibido más de 146.000 millones de dólares en asistencia estadounidense desde esa fecha, siendo el mayor receptor de ayuda militar directa de Estados Unidos.

La cooperación bilateral incluye el desarrollo conjunto de sistemas de defensa como el Iron Dome y el David’s Sling, además de la provisión de armamento avanzado y el intercambio de inteligencia (Byman, 2021).

Irán: Un adversario estratégico: La rivalidad entre Estados Unidos e Irán se intensificó después de la Revolución Islámica de 1979 y se ha mantenido como uno de los ejes de la política de seguridad estadounidense en el Golfo. Washington ha impuesto sanciones económicas sostenidas a Irán, ha liderado coaliciones militares para contrarrestar su influencia y ha mantenido bases militares estratégicas en países del Golfo Pérsico (Cordesman, 2022).

La preocupación central para EE.UU. radica en el programa nuclear iraní, el apoyo de Teherán a grupos considerados terroristas como Hezbollah y Hamas, y su creciente influencia en Irak, Siria y Yemen.

Contención y disuasión: Estrategias militares en el Golfo: En 2024, ante el aumento de tensiones por el conflicto en Gaza y las amenazas de represalia iraní, Estados Unidos reforzó su presencia militar en la región desplegando portaaviones, aviones de combate y sistemas de defensa antimisiles en países aliados como Qatar, Bahréin y Arabia Saudita (Defense Department, 2024).

Estas medidas buscan disuadir un ataque directo de Irán o de sus aliados regionales, pero también intentan garantizar la seguridad de las rutas marítimas clave para el comercio global, como el Estrecho de Ormuz.

El desafío diplomático: Evitar una guerra regional: Washington ha intensificado sus esfuerzos diplomáticos para evitar una escalada. A pesar de su apoyo a Israel, la Casa Blanca ha exhortado a la moderación y ha buscado canales de diálogo indirecto con Irán a través de países mediadores como Qatar y Omán (Katzman, 2024).

La administración estadounidense enfrenta la paradoja de mantener su credibilidad como garante de la seguridad de Israel sin provocar una guerra de gran escala que afecte la estabilidad global y el mercado energético internacional.

Operación “Midnight Hammer”: ataque estadounidense a Irán: El 22 de junio de 2025, bajo el nombre “Operation Midnight Hammer”, EE.UU. empleó 30 000 lb bombas bunker-buster lanzadas por bombarderos B‑2 y misiles Tomahawk desde submarinos para atacar los sitios nucleares de Natanz, Fordow e Isfahan

El Pentágono afirmó haber infligido “daños severos” a las instalaciones, mientras la CIA corroboró que el golpe podría retrasar el programa nuclear iraní por años

Por otra parte, un informe preliminar de la CIA, difundido por la prensa, sugirió restricciones en el avance de Irán solo por unos meses.

Respuesta iraní y tensiones post-ataque: El Ayatolá Khamenei calificó el ataque como un “golpe fuerte” y advirtió nuevos ataques contra fuerzas estadounidenses en Oriente Medio.

Como respuesta calibrada, Irán lanzó misiles contra la base aérea Al Udeid en Qatar. Otras instalaciones en Irak también fueron atacadas, sin provocar víctimas.

Se alcanzó un cese al fuego por mediación de EE.UU., Qatar e Israel, arriesgando sin embargo cierres del Estrecho de Ormuz y posibles nuevas escaladas de violencia

Inteligencia predictiva y monitoreo de riesgos: La gestión de la crisis se apoya también en el uso de inteligencia predictiva basada en tecnologías de análisis de big data y herramientas de inteligencia artificial. Estas tecnologías permiten a las agencias estadounidenses evaluar en tiempo real las posibles acciones de Irán y de otros actores regionales, optimizando la toma de decisiones estratégicas (Binnendijk & Gordon, 2023).

Equilibrio militar y diplomático: EE.UU. ha reforzado su presencia en el Golfo (portaaviones, misiles antimisiles) para disuadir acciones iraníes directas, y al mismo tiempo impulsa gestiones diplomáticas con Qatar y Omán para evitar una escalada total.

 

Estados Unidos sigue atrapado entre la necesidad de apoyar a Israel y la urgencia de contener a Irán para evitar una guerra regional. La estrategia de disuasión combinada con la diplomacia y el uso creciente de tecnologías de inteligencia geopolítica reflejan el intento de Washington de preservar el equilibrio de poder en Oriente Medio sin desencadenar un conflicto de mayor escala. Sin embargo, el ataque al programa nuclear iraní marca un punto crítico en la doble estrategia de EE.UU.: equilibrar su fuerte alianza con Israel, contener a Irán estratégicamente y evitar una guerra regional. Aunque los bombardeos buscan neutralizar capacidades nucleares, la respuesta de Irán y el uso de inteligencia de datos y diplomacia han sido vitales para contener la escalada. El futuro dependerá de cómo Washington gestione esta dualidad: promotor de seguridad aliada y responsable regional.

Referencias

  • Binnendijk, A., & Gordon, J. (2023). Artificial Intelligence and National Security: Applications and Implications. RAND Corporation.
  • Byman, D. (2021). A High Price: The Triumphs and Failures of Israeli Counterterrorism. Oxford University Press.
  • Congressional Research Service. (2023). S. Foreign Aid to Israel. Washington, DC: CRS Reports.
  • Cordesman, A. (2022). Iran’s Military Forces and Warfighting Capabilities. Center for Strategic and International Studies (CSIS).
  • Defense Department. (2024). S. Military Deployments in the Middle East: October 2024 Update. United States Department of Defense.
  • Katzman, K. (2024). Iran and Regional Tensions: U.S. Policy Responses. Congressional Research Service.
  • Walt, S. (2023). The Hell of Good Intentions: America’s Foreign Policy Elite and the Decline of U.S. Primacy. Farrar, Straus and Giroux